el xiuxiueig del vent

dissabte, de setembre 30, 2006

Ilargia


Esaiozu euri ari
Berriz ez jauzteko
Esan bakardade ari
Gaur ez etortzeko

Ehuzten nauen soka zara
Ta itotzen nauena
Ametsak sortu zizkidana
Galtzen dituena

Zuretzat ilargia
Lapurtuko nuke gauero
Eta zu itsu zaude
Bere argia ikusteko

Irrifarrez gero minez
Eragin didazu negarra
Nire sua itzali da
Ez zara gaueko izar bakarra

Esan sentitzen dudana
Ez dela egia
Une batez zinizteko
Ez garen guztia

Zuretzat ilargia
Lapurtuko nuke gauero
Eta zu itsu zaude
Bere argia ikusteko

Irrifarrez gero minez
Eragin didazu negarra
Nire sua itzali da
Ez zara gaueko izar bakarra

Míra-la, és ella la que et mira, ella la que et veu, la que et protegeix i consola...
No pot ser altra que la lluna corberenca.

dimarts, de setembre 05, 2006

El sueño de una noche de verano?

Como un sueño, sí, sí. Hoy estoy despierta, creo que me acabo de levantar después de haber estado soñando día tras día. Qué ha pasado? Como puede ser que estemos en septiembre si hace nada estábamos a principios de julio? Cierro los ojos y intento volver a ver la película, esa película que algún dia conseguiré convencerme de que es mía, que la he creado acompañada de todas aquellas personas que me han robado un pedacito de corazón...
Es extraño. Estoy delante de un ordenador, mirando fijamente a la pantalla como si algo increible me tuviera que mostrar, y yo sólo dejo que salgan letras y letras, que se unen y forman palabras y más palabras, que juntas crean las frases que componen el texto que estais leyendo ahora. Y es que así es todo: una mañana te encuentras en la parada del bus (con la tostada de nutella que no te has podido acabar porque estás llegando tarde...) y acabas cogiendo cada día el mismo número de bus, coincidiendo juntos con todos los horarios. No es sorprendente?
Dicen que lo bueno se acaba pronto..., y cuánta verdad! Ayer pensé que tenía dos meses aún por delante, todos para mi, y hoy, 5 de setiembre, no veo más que ayer era 5 de julio. Cuánto ha llovido desde entonces! Fiesta mayor de mi pueblo, la larga visita de una italiana a casa, el viaje coralero a Berlín, los 10 días inolvidables de campamentos, el saludo fugaz pero entrañable a la playa, y el fundamental viaje a Brighton (Inglaterra). Que gran verano!
A todos aquellos que en un momento u otro de estos dos meses habéis caminado junto a mi: gracias!
Sara